miércoles, 24 de abril de 2013

Lab & the city: el próximo año en Jerusalén.

Una de las secuencias que más me gustan de Espartaco es aquélla en la que el atormentado Marco Licinio Craso le pregunta a Varinia, la mujer de Espartaco y ahora nuevamente su esclava, "¿qué clase de hombre fue realmente?". Marco Licinio Craso está confundido y siente ira hacia Espartaco porque no puede entender cómo un esclavo ha podido desafiar a su idolatrada Roma. Varinia le responde: "fue un hombre que empezó totalmente solo, como un animal, sin embargo el día que murió (aunque realmente en ese momento aún no muerto, Varinia cree que sí), miles y miles hubieran dado felices su vida por él" . Entonces Craso exclama, "¿qué fue?, ¿un dios?" y Varinia le responde, "no fue un dios. Fue un hombre sencillo. Un esclavo. Le amé". 

"C: What sort of a man, was he, really? 
V: He was a man who began all alone, like an animal. Yet on the day he died, thousands and thousands would gladly have died in his place. 
C: What was he?. Was he a god?. 
V: He wasn't a god. He was a simple man. A slave. I loved him". 

Traigo a colación este maravilloso diálogo escrito por Dalton Trumbo porque al pensar en la sesión de hoy de Rivas Lab, esto es lo que me ha venido a la mente.  

Ha sido un día intenso en el Lab y me ha hecho pensar en los miles de héroes y heroínas anónimos que sobreviven cada día y en los muchos y ricos Marcos Licinios Crasos que gobiernan nuestras vidas. 

Muchas de las personas que participan en este proyecto quieren reescribir el guión de sus propias vidas o como diría Mariana Ferrari  quieren resetear su vida. Re-inventarse para ser, definitivamente, los protagonistas de su propia película.

Cómo contribuir a la consecución de ese objetivo, ésa es mi gran tarea como facilitadora, como dinamizadora o como coach. Un reto al que, con ilusión desbordante, me enfrento cada semana. 

Al modo del World Café,  mantenemos ricas y significativas "conversaciones" a las que semanalmente se van sumando, entre los dos grupos, treinta o cuarenta personas que, en su mayor parte, se encuentran entre los 30-35 años y los 40. 

Son personas que buscan orientación y motivación. Buscan empleo y/o transformar una idea en un modelo de negocio, o bien dar el salto cualitativo desde la actividad no profesionalizada y residual hacia una actividad empresarial con una cierta infraestructura que les permita,ejercer el derecho, hurtado a muchos, a ganarse la vida, y que como sucede ya con el fenómeno del mileurismo, se nos antoja hasta un lujo. 

Son "conversaciones", que como las vitales, tienen vocación de inacabadas y cada martes se retoman inspirándose en una agenda que lleva por título "El martes..., ¿nos vemos en el lab?. 

Esta frase me transporta, más de diez años atrás, a Tel Aviv, Israel, a la celebración del Pésaj, la Pascual Judía, que conmemora la salida del pueble hebreo de Egipto y que también recibe el nombre de la Fiesta de la Primavera porque en el hemisferio norte coincide con el equinoccio de primavera.

Al final del Seder, la cena festiva de la primera noche de Pésaj, sentados en una mesa vestida de blanco, se dice "Leshaná habaá birushalaim habenuiá", "El próximo año en Jerusalén reconstruida", una frase que rescata el recuerdo de la patria perdida y la esperanza del regreso. 



1 comentario:

  1. Te deseo mucho éxito en el proyecto Ana y me ha encantado la entrada del blog.
    Manuel

    ResponderEliminar

Me interesa tu opinión